domingo, 13 de diciembre de 2015

Danza del Corpus Christi de la Villa de los Santos

                                                       
                                                  Danza del Corpus Christi



Origen




Esta fiesta se comenzó a celebrar en Lieja en 1246 - 47 inicios del siglo XIII, y en relación con una serie de visiones y revelaciones de una mujer piadosa, la beata Juliana de Mont-Cornillon en un clima de especial devoción sacramental. Al poco tiempo fue extendida a toda la Iglesia occidental por el Papa Urbano IV en 1264, teniendo como finalidad proclamar la fe en la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía. Presencia permanente y substancial más allá de la celebración de la Misa y que es digna de ser adorada en la exposición solemne y en las procesiones con el Santísimo Sacramento que entonces comenzaron a celebrarse y que han llegado a ser verdaderos monumentos de la piedad católica. Ocurre, como en la solemnidad de la Trinidad, que lo que se celebra todos los días tiene una ocasión exclusiva para profundizar en lo que se hace con otros motivos. Este es el día de la eucaristía en sí misma, ocasión para creer y adorar, pero también para conocer mejor la riqueza de este misterio a partir de las oraciones y de los textos bíblicos asignados en los tres ciclos de las lecturas. 

El Espíritu Santo después del dogma de la Trinidad nos recuerda el de la Encarnación, haciéndonos festejar con la Iglesia al Sacramento por excelencia, que, sintetizando la vida toda del Salvador, tributa a Dios gloria infinita, y aplica a las almas, en todos los tiempos, los frutos extraordinarios de la Redención. Si Jesucristo en la cruz nos salvó, al instituir la Eucaristía la víspera de su muerte, quiso en ella dejarnos un vivo recuerdo de la Pasión. El altar viene siendo como la prolongación del Calvario, y la misa anuncia la muerte del Señor. Porque en efecto, allí está Jesús como una víctima, pues las palabras de la doble consagración nos dicen que primero se convierte el pan en Cuerpo de Cristo, y luego el vino en Su Sangre, de manera que, ofrece a su Padre, en unión con sus sacerdotes, la sangre vertida y el cuerpo clavado en la Cruz. 
La Hostia Santa se convierte en «trigo que nutre nuestras almas». Como Cristo al ser hecho Hijo de recibió la vida eterna del Padre, los cristianos participan de Su eterna vida uniéndose a Jesús en el Sacramento, que es el símbolo más sublime, real y concreto de la unidad con la Víctima del Calvario. 
Esta posesión anticipada de la vida divina acá en la tierra por medio de la Eucaristía, es prenda y comienzo de aquella otra de que plenamente disfrutaremos en el Cielo, porque «el Pan mismo de los ángeles, que ahora comemos bajo los sagrados velos, lo conmemoraremos después en el Cielo ya sin velos» (Concilio de Trento). 
Veamos en la Santa Misa el centro de todo culto de la Iglesia a la Eucaristía, y en la Comunión el medio establecido por Jesús mismo, para que con mayor plenitud participemos de ese divino Sacrificio; y así, nuestra devoción al Cuerpo y Sangre del Salvador nos alcanzará los frutos perennes de su Redención. En 1316, Juan XXII introdujo la Octava del Santísimo Sacramento. Pero el espaldarazo definitivo a la fiesta tuvo lugar en 1447, cuando se celebró la primera gran procesión por las calles de Roma. 
La primera noticia sobre la fiesta en Toledo data de 1342, pero es muy vaga y no acertamos a comprender su significado. La primera noticia de una procesión eucarística por las calles de la ciudad es de 1418. 


La villa de Los Santos
es la región que se practica esta danza


                                              


Danzas tradicionales del Corpus Christi en la villa de los Santos

 Como una manifestación palpable de la tradición folklórica heredada de nuestros antepasados, aquí se conserva una amplia variedad de danzas, cuyo objetivo primordial, en la época colonial, era de catequizar a los indígenas y convertir al catolicismo a las demás etnias que convivieron con las nativas y la europea. 
Los sacerdotes católicos se valieron de todos los recursos que tenían a mano y uno de ellos fueron las representaciones teatrales de los Autos Sacramentales de la vida de Santos o de pasajes bíblicos. Tal fue el auge de estas obras que los templos se abarrotaban y muy pronto se vieron en la necesidad de trasladarlas al atrio de las iglesias y posteriormente a las plazas para poder lograr que fueran apreciadas por una mayor cantidad de público. Los actores de dichas representaciones eran personas del pueblo, de todas las clases sociales pero sobretodo eran indígenas, los cuales mostraron gran facilidad para la dramatización y eso fue aprovechado al máximo por los sacerdotes. 
Esas representaciones han llegado hasta nuestros días, en La Villa contamos con siete de ellas, podemos mencionar las siguientes: Diablicos Sucios, Gran Diablo o Diablos Limpios, Las Enanas, La Montezuma Española, el Zaracundé o Cuenecué, la Montezuma Cabezona, Los Gallotes o Gallinazos; de ellas les presentamos una reseña con la cual esperamos responder algunas de sus deudas:

Danza del Gran diablo y diablicos limpios
                       
                                                     
De la danza del Gran Diablo se tienen noticias de su representación en ocasión de la celebración de las nupcias de Ramón Berenguer IV, Conde de Barcelona, con la hija del Rey de Aragón, Ramiro Monje, esto fue posiblemente que se haya dado hacia el 1150, en dicha boda se presento un entremés denominado El Ball de Dables, que era la representación de la lucha entre el bien que se disputa un alma en pena. 
Esta danza utiliza movimientos coreográficos específicos que son acompañados de diálogos que hoy en día se conservan gracias a la tradición oral que el mantenido de generación en generación. 
El vestuario de esta danza es muy llamativo, el Arcángel Miguel es ataviado a la usanza de los antiguos guerreros españoles pero se le colocan una imponentes alas y se le corona con una tiara de oro en señal de divinidad; por su parte, los demonios utilizan una camisa manga larga, que en el caso de Diablo Mayor es negra y los demás demonios las llevan blancas; las alas negras son lucidas por el Diablo Mayor, el Capitán y Caracolito; en la cintura se colocan un cinturón al que se le adhieren múltiples pañuelos de colores llamativos; todos los demonios calzan chinelas que se adornan con cintas de dos colores; complementan este atuendo, unas mascaras confeccionadas a base de papel maché, los espejos juegan un papel muy importante en el vestuario ya que le dan más vistosidad. 
Una característica muy importante en esta danza es la presencia de la Diabla ya que es en nuestro pueblo el único lugar que conserva este personaje dentro de la dramatización; la Diabla utiliza un vestido rojo en forma de túnica y una mascara con facciones diabólicas. 
Sin duda alguna, esta danza cumplió su finalidad original que era la de catequizar al pueblo sobre el poder Dios sobre los Demonios. En la actualidad, esa ya no es su misión, y a que ahora se conserva como una tradición preciosa y única, lo que hace que los santeños nos sintamos orgullosos de ella. 

  DIABLICOS SUCIOS


                             
Esta es una danza netamente pantomímica, es decir, que carece de diálogos, en sus principios no poseían los movimientos coreográficos que en la actualidad se pueden apreciar, sino que daban brincos y perseguían a los espectadores con el fin de asustarlos y demostrar el mal del demonio, de esta forma se cumplía con la finalidad de la misma, que no era mas que amedrentar la conducta de los no católicos y traerlos a la fe cristiana. 
En sus inicios el vestido estaba confeccionado de una tela rústica llamada manta sucia y se adornaban con figuras multiformes que se dibujaban en la tela con pintura elaborada a base de achote (árbol cuyas semillas desprenden un tinte rojo) y carbón que le da el contraste negro y que posteriormente se definirían en formas rectas en posición horizontal o encontradas. Complementaba el atuendo una mascara con facciones diabólicas que hacen a base de papel maché y en la parte posterior un morrión el cual consiste en un arreglo de plumas de Guacamaya Bandera ya que sus plumas son rojas y son estas las predilectas para esta parte del vestuario. Cuando los diabólicos sudaban la tela tomaba un aspecto de sucio y de allí es probable que surja el nombre con el que hoy en día los conocemos. 
En la actualidad el vestido del Diablicos Sucio se ha estilizado al punto que ya no se le encuentra concordancia entre el nombre y la realidad. Ahora el hombre que se viste de Diablicos invierte una fuerte suma de dinero ya que la Guacamaya Bandera esta en peligro de extinción y adquirir sus plumas es muy difícil, y además costoso. Por otra parte la confección del fustillo (vestido utilizado por los danzantes), y la mascara deben ser hechos a la medida y por las manos expertas de nuestros artesanos y esto, al igual que las pluma pude ser muy costoso. 
En cuanto a el baile en si podemos anotar que los diabólicos sucios danzan al son de l a guitarra y ejecutan movimientos coreográficos que conocemos con los nombres de: el paseo, al iniciar el baile; la mejorana, la cumbia y el toletón la bailan a petición del publico o por el gusto particular del ejecutante. 


DANZA DE LAS MONTEZUMA ESPAÑOLA
                                     
                                    

Esta danza no es originaria de La Villa de Los Santos, ya que tomando en cuenta los hechos que se narran podemos decir que su origen es mexicano, ya que es la representación de la caída del Imperio Azteca a manos de Hernán Cortés y los españoles. 
La Montezuma Española es una danza en la cual se presentan movimientos cuidadosamente practicados, y diálogos que cuentan cómo ocurrieron los hechos de la conquista de una forma didáctica que también fue utilizada, según algunos estudiosos en la materia, para la evangelización ya que se le hace múltiples alabanzas a Dios y otros Santos de la Iglesia Católica Apostólica y Romana. 
En cuanto al vestuario de los danzantes que representan a los indígenas, podemos anotar que es un vestido rojo amplio en la parte inferior y en cuyo ruedo se le hacen hermosas labores que nos recuerdan la simbología propia de esta cultura, por la jerarquía de los personajes que representan, todos utilizan pequeñas diademas con una pluma también roja. Por su parte, Montezuma es ataviado con un vestido con características similares a las de sus súbditos, pero a diferencia de ellos, el corpiño, o la parte superior del vestido, es amarillo y es decorado por un corazón, además una hermosa capa con la figura del calendario de esta milenaria civilización, cubre sus hombros hasta la parte baja de la cintura; una gran cantidad de cadenas de oro y brazaletes complementan los ornamentos. Vale la pena resaltar que el exceso de adornos en dorado es una alegoría que representan la riqueza en oro que poseían los Aztecas. 
Por otra parte, los actores que representan a los españoles van vestidos muy a la usanza europea, con sacos negros formales y pantalones blancos, todos utilizan sables en la cintura. Algunos españoles utilizan un vestuario diferente que va a depender de la posición militar que desempeñan. Podemos distinguir al Hernán Cortés por la lujosa capa que cubre sus hombros trabajada toda en costosas pedrerías, y un sombrero Napoleónico muy bien ornamentado y coronado por una pluma celeste. 

                                    

DANZA DEL TORITO SANTEÑO



      
  La danza del Torito es considerada una danza de faena ya que ella muestra como es el trabajo de los vaqueros locales en la lidia del ganado. 
Utiliza un armatoste en forma de toro que representa este animal en el desarrollo de la danza y todos los años se le da nombre diferente que usualmente resalta a un personaje de la comunidad o una problemática local o nacional. 
Los danzantes mezclan el canto de coplas con las salómas propias de nuestra cultura y acompañan el ritmo con zapateos y movimientos que la hacen más llamativa. Los participantes llevan un vestuario muy propio del trabajador de esta rama, un sombrero adornado con múltiples cintas de colores variados y llamativo. Llevan un manto que les cubre desde la cabeza hasta la altura de las rodillas, estos mantos pueden ser de colores lisos o estampados. Utilizan camisas de manga larga, pantalones, cutarras y un pañuelo atado a la cintura que es coordinado con el manto. En la mano llevan una banderilla roja que emplean para jugarse al toro que los embiste al ver la banderilla moverse de un lado a otro. 
El baile en si se divide en dos partes, en la primera, la danza se ejecuta al son de las coplas y en la segunda, llamada Toletón, es un baile rápido y de un ritmo más alegre, toda la representación es acompañada por la música del pito y la caja.     

                               
DANZA DEL ZARANCUDE      

          

Esta danza no es tradicional de las festividades de Corpus Christi, ya que, según cuentan las historias populares, esta era una danza propia del carnaval pero que después fue llevada al Corpus Christi por el Folklorista Miguel Leguízamo. 
Los orígenes de esta danza son netamente afro-antillanos lo que es palpable en el lenguaje, el ritmo de la música, el vestuario y todas sus características propias de esta raza traída del África. 
Podemos decir que este baile refleja la huida de los negros cimarrones a las montañas, ya que deseaban escapar de los maltratos de los colonos españoles, los trabajos forzosos y obtener así la libertad tan apreciada por ellos. 
El vestuario es muy particular, ya que es confeccionado con hojas secas de tallo (que es la planta que produce los tan gustados bananos) que van hilvanando hasta lograr una falda que luego se colocan en la cintura, mantiene el pecho descubierto y en los hombros llevan un motete (cesta hecha de fibra natural que sirve para transportar objetos). El capitán de la danza lleva un rifle, es él quien conduce el baile e inicia los diálogos. 
Vale la pena menciona que esta es la única de la danzas que tiene la participación de una mujer que hace le papel de Mama Grande la cual baila en el centro de los danzantes al son del tambor y también tiene participación dialogada. 

 DANZA DE LOS GALLOTES O GALLINAZOS

                                   

 De esta danza se ha dicho que sus orígenes son propios del área de la provincia de Colón, específicamente de Portobelo, además se sabe que era practicada para las fiestas del carnaval. Fue traída a La Villa de Los Santos hacia 1923 e introducida en las fiestas del Corpus Christi. 
Los Gallotes o Gallinazos son una danza que se vale de la música acordeón, del baile y de los diálogos para representar su trama, la cual consiste en que una bandada de estos animales que rodean a un burro, supuestamente muerto, y hacen toda una ceremonia antes de tomar el primer bocado, pero resulta que el burro solo estaba dormido y por la orden del Cazador, que también participa en la danza, se levanta y da un sinnúmero de patadas a los gallotes. 
En vestuario de los danzantes simula al de los gallotes, el Rey de los Gallotes es de color blanco, dos polluelos un gris y otro blanco con manchas negras, y los demás gallinazos que son de color negro. El cazador va vestido de faena, el vestuario del burro simula tal animal lo mismo que el del perro que lleva el Cazador. 
En la actualidad esta danza es representado por niños de la comunidad que se preparan con mese de anticipación y desarrollan sus papeles con gran destreza. 

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